sábado, 9 de abril de 2011

El Reino de Montenegro

La Edad Media

Montenegro es una región montañosa, al sur de Serbia, junto al Adriático, entre Herzegovina y Albania. Su nombre en serbio es Crna Gora (Montaña Negra) y apareció llamada así por primera vez a fines del siglo XVIII, cuando la República de Venecia dominaba la costa.



Perturbada esta región por las invasiones bárbaras, el emperador Justiniano la anexionó al Imperio Bizantino y los eslavos la poblarían siglos más tarde. Hasta el siglo X el país se llamaba Dioclea, de cuya historia hay pocos datos conocidos; solo se sabe que perteneció a diversos estados (Serbia, Bulgaria, Venecia y nuevamente Bizancio), aunque los intentos de emancipación comenzaron en el siglo XI como Principado de Zeta, bajo la regencia de Esteban Vojislav (1031-1050), Miguel (1051-1082) y Bodin (1092-1101).

Posteriormente se inició un lento periodo de declives, caracterizado por gobiernos eclesiásticos y revueltas de los príncipes herederos contra los legítimos gobernantes peleando a su vez contra los turcos y venecianos, así como de las crudas masacres contra la población montenegrina.

Zeta se convirtió en un principado independiente en 1371, tras la batalla del río Maritza, en la que los turcos derrotaron a la liga de nobles serbios. Se eligió a un aristócrata serbio, de la familia de los Balsha, para gobernar Zeta. Al mismo tiempo, Lázaro I Hrebelyanovich se proclamó príncipe de Serbia. En 1389 Serbia se convirtió en vasallo del imperio otomano. Nominalmente, la zona de Zeta estaba incluida en el vasallaje pero los montenegrinos continuaron luchando contra los turcos. En 1421 cambiaron la dinastía serbia de los Balsha por una autóctona: los Tserni (negros), que en 1485 fundaron Cetinge, la capital del país.


Stefan Nemanja (1113-1199) fue el gobernador medieval serbio, Gran župan de Raška y de Duklja/Zeta y el fundador de la dinastía Nemanjić. Estaba emparentado con las dinastías serbias que por aquel entonces gobernaban Raška (Casa Vukanović por la parte masculina) y Zeta (Casa Vojisavljević por la parte femenina). En 1200 fue canonizado por la Iglesia Ortodoxa Serbia y se le conoce como San Simeón.

La Teocracia

Conquistada la montaña por los turcos en 1499, le permitieron cierta autonomía, inventando un sistema para que no pudieran reagruparse alrededor de un príncipe o un líder peligroso: los gobernaría el obispo de Cetinge. Aunque los montenegrinos eran cristianos ortodoxos, los musulmanes confiaban más en un jefe espiritual que en uno militar. Como los obispos ortodoxos no podían casarse, no habría temor de que se fundara una nueva dinastía que pudiera amenazar con nuevas sublevaciones. Todo lo más que podía suceder era que “el cetro” pasara de tío a sobrino, lo que no constituía una base sólida. El príncipe-obispo tomó el nombre de vladika.

Desde 1516, la teocracia gobernante se desarrolló mediante la tutela de la familia Petrovic, que mantuvo el país bajo cautela de protecciones extranjeras por parte de Austria, aunque le fueron permitidos los contactos con Rusia en el siglo XVIII. Pero también este sistema de gobierno terminó en un declive bajo la autoridad de un ruso que se hacía pasar como Pedro III (Sćepan Mali), quien hizo una pródiga administración pese a la desconfianza extranjera hasta que falleció en 1773.


Escudo de armas de la Casa de Petrović-Njegoš

Hacia el Estado Moderno

Desde Pedro I (1782-1830) se inició la formación del estado montenegrino moderno, estableciendo un código consuetudinario en 1798 y ampliando el país gracias a una guerra ruso-turca, aunque fracasó en recuperar las Bocas de Kotar. Luego de una victoria sobre los turcos, el sultán Selim III les reconoció la total independencia de la Sublime Puerta. Con Pedro II (1830-1851) se limitó el gobierno tribal, aunque se creó un senado con integrantes de las tribus y se organizó una guardia moderna que combatiría frecuentemente a los turcos durante el resto del siglo XIX y parte del XX.

La teocracia terminó con Danilo I (1851-1860), quien sucedió en 1851 a Pedro II. Danilo heredó un Montenegro independiente y continuó con la modernización del país. En lugar de tomar el nombre de Danilo II (pues ya había habido un vladika Danilo en 1696) se constituyó en el primero de su nombre, pues al abolir el título de príncipe-obispo, lo cambió por el de hospodar (que significa “señor” y equivale a príncipe), con la intención de resaltar su primacía política laica. En 1852 proclamó la monarquía absoluta y hereditaria y reorganizó el país, separando los poderes políticos de los religiosos.

Pese a la oposición tribal cada vez organizada, que culminó con el asesinato del monarca, éste logró evitar que el país se involucrara en la Guerra de Crimea, mejoró las relaciones con la Francia de Napoleón III y venció a los turcos en la batalla de Grahavo en 1858. Desgraciadamente para él, solo tuvo una hija (Olga) y, como ya había codificado que sería heredado en línea directa por primogenitura masculina, a su muerte le heredó su sobrino Nicolás.


Danilo Petrović-Njegoš, príncipe de Montenegro

El 14 de agosto de 1860, con el nuevo monarca, se daría el puntapié inicial a una época en la que Montenegro llegó a ser considerada una nación con cierto rango e influencia entre las pequeñas de Europa. Nikola I Petrovic Mirkov-Njegos (serbio cirílico: Никола me Мирков Петровић-Његош) estaba en París cuando, como consecuencia del asesinato de su tío Danilo II, le sucedió como Príncipe (13 de agosto de 1860). En noviembre contrajo matrimonio con Milena, hija del Vojvoda Petar Vukotic.

En el período de paz que siguió, el rey llevó a cabo una serie de reformas militares, administrativas y educativas. En 1867 se reunió con el emperador Napoleón III en París, y en 1868 emprendió un viaje a Rusia, donde recibió una afectuosa bienvenida del zar, Alejandro II. Después visitó las cortes de Berlín y Viena. Sus esfuerzos para conseguir la simpatía de la familia imperial rusa fueron productivos para Montenegro; considerables subvenciones fueron concedidas por el zar y la zarina para fines educativos y suministros de armas y municiones fueron enviados a Cetinje. En 1871 el Príncipe Dolgorúkov llegó a Montenegro en una misión especial del zar y distribuyó grandes cantidades de dinero entre la gente.


Nikola I de Montenegro

Entre 1862 y 1878 mantuvo una serie de conflictos con el Imperio Otomano. En 1876, cuando declaró la guerra a Turquía, su reputación militar fue reforzada por la campaña que siguió, y más aún por la de 1877-1878, durante la cual se apoderó de Nikšić, Bar y Ulcinj. La guerra dio lugar a una considerable extensión de la frontera montenegrina y la adquisición de una línea costera sobre el Adriático. El rey justificó la guerra como una venganza por la batalla de Kosovo en 1389.

La independencia de Montenegro fue reconocida en el Congreso de Berlín en 1878 y en las décadas venideras el país disfrutó de considerable prosperidad y estabilidad. La educación, las comunicaciones y el ejército se ampliaron en gran medida (este último con el apoyo de la Rusia Imperial). En 1883 el príncipe Nikola visitó el sultán, con quien posteriormente mantuvo las relaciones más cordiales; en 1896 celebró el bicentenario de la dinastía Petrovic y en el mismo año asistió a la coronación del zar Nicolás II; en mayo de 1898 visitó a la Reina Victoria en el Castillo de Windsor.

El Rey de Montenegro

En 1900 tomó el tratamiento de Alteza Real. Dio a Montenegro su primera constitución en 1905 tras las presiones de una población ávida de más libertad. También introdujo la libertad de prensa y los códigos de derecho penal al estilo europeo occidental. En 1906, introdujo la moneda montenegrina, el Perper. El 28 de agosto de 1910, durante la celebración de su jubileo, asumió el título de rey, de conformidad con una petición de la Skupština. Fue, al mismo tiempo, nombrado Mariscal de campo en el ejército ruso, honor nunca conferido antes a un extranjero, excepto el Duque de Wellington.


El día de proclamación del Reino (28 de agosto de 1910)

El rey Nicolás estaba dotado de una presencia imponente, era un carismático líder militar y agraciado poeta, mientras que sus méritos como hombre de Estado recibieron un reconocimiento general. Su sistema de gobierno, que puede ser descrito como un despotismo benevolente, fue tal vez el más adecuado al carácter de sus súbditos.

Cuando estalló la guerra de los Balcanes en 1912, el rey Nicolás fue uno de los más entusiastas de los aliados. Quería expulsar a los otomanos completamente fuera de Europa. Desafió a las potencias y capturó Scutari a pesar de que habían bloqueado toda la costa de Montenegro. De nuevo en la Gran Guerra que comenzó en 1914 fue el primero en ir a la ayuda a Serbia a rechazar a las fuerzas austríacas de la península de los Balcanes. Fue personalmente amplio partidario de la unidad serbia. Sin embargo, se opuso denodadamente a los Karađorđevićs.

Después de la Primera Guerra Mundial, Montenegro se unió con las otras tierras eslavas del sur para formar el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, que pasaría a llamarse Yugoslavia en 1929. Nicolás se exilió en Francia en 1918, pero continuó reclamando el trono hasta su muerte en Antibes tres años más tarde.


Bandera del Reino de Montenegro (1910-1918)

La descendencia real

Cinco de sus hijas se casaron con príncipes y reyes, lo que le valió a Nicolás el apodo de "el Suegro de Europa", un apodo que compartía con su contemporáneo, el Rey Christian de Dinamarca.

* La Princesa Ljubica, conocida como Zorka (1864-1890) casó con Petar Karađorđević (que después de su muerte se convertiría en Pedro I, Rey de Serbia primero y Rey de los Serbios, Croatas y Eslovenos después);

* La Princesa Milica (1866-1951) casó con el Gran Duque Pedro Nicolaievich Romanov;

*La Princesa Anastasia, conocida como Stana (1868-1935) casó primero con Jorge, Duque de Leuchtenberg y después del divorcio con el Gran Duque Nicolás Nicolaevich de Rusia (sus dos maridos eran nietos del zar Nicolás I);

* La Princesa Marica (1869-1885);

* El Príncipe Heredero Danilo Aleksandar (1871-1939) casó con la Duquesa Jutta (más tarde conocida como Militza) de Mecklemburgo-Strelitz;

* La Princesa Jelena (1873-1952) casó con Víctor Manuel de Saboya, futuro rey de Italia;

* La Princesa Ana (1874-1971), casó con el príncipe Francisco José de Battenberg;

* La Princesa Sofia (1876);

* El Príncipe Dimitri Mirko (1879-1918) casó con Natalija Konstantinovich, una prima de Alejandro I Obrenović, Rey de Serbia;

* La Princesa Kseniya (1881-1960);

* La Princesa Vjera (1887- 1927);

* El Príncipe Petar (1889-1932), casó con Violeta Wegner (después de la conversión a la ortodoxia su nombre fue Ljubica).

El heredero al trono actual es el bisnieto de Nicolás I, el Príncipe Nikola, hijo del príncipe Miguel.



La realeza en la proclamación del reino en 1910. De pie, de izquierda a derecha: Gran Duque Pedro Nikolaievich de Rusia, Príncipe Francisco José von Battenberg, Princesa Vjera Petrovic Njegos, Princesa Ksenija (Xenia), Príncipe Heredero Danilo, Príncipe Mirko, Príncipe Petar. Sentados, de izq a der: Princesa Milica-Jutta von Mecklenburg-Strelitz, Princesa Ana von Battenberg, Jelena, reina de Italia, Reina Milena, Rey Nikola, Princesa Milica, Víctor Emanuel de Italia, Princesa Natalija Konstantinovic. Sentados en la alfombra, de izq a der: Princesa Jelena Karadjordjevic de Serbia, hija del Gran Príncipe Peter Nikolaievich, Princesa Golycin, Príncipe Heredero de Serbia Aleksandar Karadjordjevic.

El siglo XX

Al final del primer conflicto mundial, en 1918, una junta de croatas y eslovenos proclama, en Ginebra, su decisión de unir Croacia y Eslovenia a Serbia y Montenegro. Nicolás I anuncia desde Francia que su país no pretende ninguna anexión. Pero Serbia proclama en Zagreb el “Reino Unido de los serbios, de los croatas y de los eslovenos” (la futura Yugoslavia). El rey Pedro de Serbia se convierte en soberano del nuevo reino, con el príncipe Alejandro como regente.

Pese a las protestas de Nicolás I desde París, la monarquía montenegrina finalmente fue abolida, aunque sus tendencias de autonomía no fueron suprimidas y pronto empezó a prosperar el comunismo como tendencia política en difusión. Nicolás I morirá en su exilio francés el 1º de marzo de 1921, siempre considerándose rey de Montenegro y sin admitir la desaparición de su nación.


El Rey Nikola con su familia en el exilio (Lyon, Francia). Al frente, el rey y la reina. Detrás, de izq a der: La Princesa Vera, la Princesa Xenia, la Princesa Meletza (esposa del Príncipe Danilo), el señor Miouchikovitch, Presidente del consejo y el Príncipe Danilo.


En la Segunda Guerra Mundial, el país fue invadido por la Italia fascista (y después por la Alemania nazi). Los italianos le concedieron una breve independencia con el establecimiento en abril de 1941 del Estado independiente de Montenegro, pero la zona costera alrededor de Cattaro que había pertenecido a Venecia quedó anexionada a la Gobernación de Dalmacia del Reino de Italia.


En 1942 los ataques guerrilleros de Tito empezaron y continuaron de manera sangrienta en los años siguientes, especialmente desde que los alemanes ocuparon todo el Montenegro en septiembre de 1943. Para el 6 de enero de 1945, el país fue liberado por los partisanos comunistas y se reintegró a Yugoslavia como la República Socialista de Montenegro, una república federada socialista.


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